Toca recuperar otra foto de uno de esos atardeceres que creo que jamás olvidaré. Fotográficamente no fue todo lo productivo que hubiese querido pero salieron un par de fotos muy chulas. Una de ellas es ésta, la otra fue Northern fog.

Aunque la historia ya os la conté en aquella entrada, toca volver a darle las gracias Charly, que fue él quien me animó a subir hasta este punto a ver si tenía suerte y pillaba algo. Aunque en ese momento mi cabeza estaba en otras cosas. La verdad es que el momento vivido me subió el ánimo consiguiendo volver al viaje como debía.

¿Cómo la hice?

Se trata de un HDR. Un apilado de 3 tomas con diferentes exposiciones entre ellas para poder captar todo el rango dinámico de la imagen. Con una sola toma podría haber captado la escena, pero la calidad de la imagen hubiese sido muy baja, sobre todo en la parte de las sombras donde tendría mucho ruido.

Así que, ya hace 3 años, opté por disparar esas 3 fotos por si las moscas en el futuro me hacían falta. La foto no tiene más técnico aparte de la búsqueda del encuadre, el cual lo escogí corriendo porque las niebla estaba entrando y en pocos segundos me iba a tapar por completo la visión.

Compositivamente y analizando la imagen fríamente, quizás se hubiese podido mejorar. Realmente no lo sé, pero cuando veo la foto no sé si el camino molesta y nos saca del encuadre o nos ayuda metiéndonos dentro de él. Quizás elegir un punto donde hubiese más flores sería más acertado pero en el momento no lo vi, por lo que doy por hecho que ésta es la mejor foto que pude hacer teniendo en cuenta la prisas con las que tenía que hacer la foto e irme más arriba del valle para poder seguir disfrutando del atardecer.

No vemos en unos días. Sed felices!

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