De unos de esos viajes express Valencia-Madrid de Charly va la entrada de hoy. El mayo pasado Charly se acercó un finde por Madrid, el cual aprovechamos para hacer un par de atardeceres y alguna nocturna. El viernes nos juntamos el #comandoempanada por la zona de Toledo.
Como el domingo «el valenciano» tenía que volver para su casa, decidimos escaparnos por cuenca por la zona de Alarcón. Y allí hacer la foto desde el mirador. Así incluiríamos en el encuadre el meandro que crea el Júcar en este punto, la torre de acceso al pueblo, el propio Alarcón y la torre de Alarconcillo.
La previsión no era maravillosa, sabíamos que alguna nube nos íbamos a encontrar, pero no estaban en el capa alta como para que se pusieran de color rojo, así que decidimos llegar pronto para coger los colores amarillos-naranjas que pudiésemos conseguir.
Ya en el terreno, cojo el 16mm e intento hacer la foto en un solo disparo…. y «vaya, no entra todo» me digo. Pongo el 14 y «upss, pues tampoco, va a ser que toca hacer una panoramica».
Busco el encuadre, tratando de encontrar el punto en el que el suelo haga una especie de circulo que ayude a la composición. Encuentro uno que no me disgusta. Disparo la primera tanda de fotos para crear la panorámica y revisando el resultado… veo que la foto se queda coja, en la izquierda hay muchas cosas pero a la derecha, queda la foto muy sola. Toca solucionarlo de alguna manera y decido salir en la foto.
¿Cómo hago para salir en la foto?
Cuando ya tengo visto el encuadre, tengo todo preparado, exposición, foco… disparo la tanda de fotos que necesito para la pano y automáticamente dejo disparando el intervalómetro. En ese momento salgo «corriendo» y me pongo en el sitio que creo que está más chulo.
Como consejo os puedo decir que tenéis que tener en cuenta cuánto tiempo de exposición tenéis en cada foto. Y cuando lleguéis al punto poséis quietos al menos 3 veces el tiempo que dure la foto.
Por ejemplo, si la foto dura 5 segundos, quedaros quietos 15 segundos para así asegurar al menos una foto estáticos. Para aprovechar la carrera, y ya que estáis «lejos» buscad un par de poses distintas, y luego volvéis hacía la cámara.
Lo más gracioso del proceso es cuando llegas a la cámara para el intervalómetro y revisas las fotos y te ves danzando entre las piedras, y cambiando de poses.
Cuando llegas a casa, eliges la foto con la pose que más te gusta y la incorporas a la panorámica. así consiguies aparecer en la panoramica sin que nadie te dispare la cámara.
Nos vemos en unos días. Sed Felices!