Hoy toca otra entrada muy parecida a la de la semana pasada. De esas donde os cuento más mis pensamientos que el cómo se hizo la foto. Ya que creo que estas fotos… no son tan complejas de realizar como otras y no necesitan de una explicación tan detallada.
Y… ¿por qué se titula así esta entrada? recientemente he visto un par de películas en las que la libertad, aunque no era el tema central de la peli, sí que hubo varias veces en las que tomaba protagonismo, estaba muy presente.
En ambas películas, reducían la idea a que si quieres ser completamente libre, nunca podrías estar con alguien. La razón es que por esa persona, sin quererlo, te va a limitar a la hora de hacer cosas y en consecuencia te va a restar parte de tu libertad.
No se por qué, justo cuando estaba editando esta imagen, me vino a la cabeza esa idea y me dio por pensar en cómo me sentía en el momento de hacer esta foto. Durante el rato que estuve revelando, comencé a valorar qué era lo que en ese momento me pedía el «cuerpo» y cómo me sentía.
Y durante este viaje, no tenia ganas de que nadie me hiciese desconectar de disfrutar el momento. Me resultó curioso, pensar como lo hacían protagonistas de esas películas y que, cuando estas disfrutando, te olvidas del resto del cosas y todo da igual. Solo está el momento.
Sobre la foto, os doy unos pequeños detalles. La hice al volver de hacer fotos al amanecer. Metí la mochila dentro de la tienda y al darme la vuelta para sentarme, fue ver como el Sol empezaba a salir tras la loma y me dije…. éste, es el momento.
Cambie el objetivo por el 14mm, para que entrase todo en el encuadre, tienda suelo… algo de mi pies y el paisaje con el que la noche anterior, decidí que sería bonito despertar.
Nos vemos en unos días. Sed felices!
Muy fan de tus historias Victor. Me encanta lo que trasmite.
Muchas gracias Juan!!!
Me alegra que te gusten!
Un saludo!