Si pones hayedo en google y entras en la parte de imágenes, entre las primeras fotos, verás alguna de este hayedo. Se trata de un hayedo trasmocho muy pequeñito en el que, si tienes suerte como tuvimos en esta escapada y aparece la niebla, te sentirás en un cuento de hadas.
Aquí fui junto a David, hicimos dos sesiones de fotos una al atardecer y otra al amanecer. Por la tarde, solo estuvo por allí un persona y pudimos disfrutar de fotografiar este hayedo en soledad, que por lo que nos dijeron debe resultar bastante difícil.
Pero es que al día siguiente, al amanecer, apareció la niebla y pudimos llevarnos la foto buscada. Y encima lo tuvimos para nosotros solos, la verdad es que hacer fotos así resulta muy sencillo.
Hacer fotos en el otoño, según que tipo de bosque me resulta muy complejo, ya os lo he contado. Pero aquí las composiciones son mucho mas sencillas al tener suelo lleno de hojas como si fuese una alfombra roja.
Tengo la foto típica, sí, la del libro de Benito, pero esa ya la publicaré algún día, hoy le toca el turno a esta otra. Probablemente también sea famosa y super conocida. Pero al ser menos vista me llama más la atención.
Sobre la foto
Poco puedo comentaros a parte de estar con una sonrisa en la cara durante las 2 o 3 horas que pudimos disfrutar de hacer fotos en estas condiciones. Este es otro de esos sueños fotográficos cumplidos, tengo muchos y la lista cada día crece más y más. A ver si el año que viene el famoso virus nos deja y puedo ir tachando más de la lista de pendientes.
Nos vemos en unos días. Sed felices!
Buena experiencia y buena suerte que tuvistéis!
La foto, por más vista que esté no cansa…
Gracias por pasarte por aquí David!
La verdad es que fue una pasada tio! tenía muchas ganas de traerme la foto y tuve la suerte de trearmela al completo 😀
A ver si la imprimo en grande que quedó bastante chula.
Un saludo!