Va tocando otra nocturna, últimamente (durante 2020) no sé a que se debe pero hice muy pocas. Así que, si el coronavirus me lo permite por el tema de los toques de queda y las cuarentenas, espero hacer unas cuántas este 2021.
La foto de hoy es de uno de esos telégrafos abandonados porque ya no tiene sentido su uso. Es un pena, pero salvo alguno que han restaurado para explicar cómo funcionaban, el resto están en estado de ruina.
La foto la hice en una escapada de fin de semana junto a Charly. Nos propusimos unas cuantas localizaciones y nos liamos a la carretera a ver cuántas éramos capaces de hacer. Esa noche caí yo antes que él y el trabajo de esta foto es principalmente suyo.
Cómo se hizo
Las nocturnas sin un cielo potente son menos impactantes, por eso procuro salir los días que creo que voy a tener éxito. Si no hay nubes… siempre tenemos otras opciones como es la Vía Láctea y circumpolares y con nubes… cualquier noche es valida 😀
Esta noche salimos por esa razón, íbamos a tener nubes así la noche sería altamente productiva. En este caso el encuadre no lo marcó la dirección de las nubes aunque encajasen. Elegimos este lado por ser el que más información nos daba.
La iluminación se hizo apoyándonos en la de la Luna. Con esto quiero decir que la luz principal lo que hace es ir en la misma que la que nos aportaba la Luna. Así queda una imagen mucho más natural.
Para iluminar se aplicó una luz «principal» en el lateral derecho del telégrafo llevando ésta sobre la zona de flores. Se aplicó una luz en el interior del telégrafo, por la razón de siempre, darle ese toque como de vida a una a unas ruinas.
Nos vemos en unos días. Sed felices!