Recuerdo aquella época en la que buscaba árboles por doquier y alucinaba con ellos. Esas encinas, robles, pinos… que por su situación o forma eran únicos. Quizá no sean paisajes asombrosos pero a mí me siguen maravillando. Aunque ya no tenga esa «obsesión», de vez en cuando, giro la cabeza al ver alguno de estos mientras voy conduciendo.

La noche de esta foto es una de esas cuanto menos curiosas. No sé qué pasa últimamente con Javi, pero suelen ocurrirnos cosas de éstas. El pronóstico indicaba que íbamos a tener un atardecer de esos que merecen la pena pegarse una kilometrada y que por la noche tendríamos nubes para jugar un rato.

Así que eso hicimos, marchamos hasta Badajoz. El pronóstico falló un poco al atardecer pero, por la noche lo clavó. Fue ponerse el Sol y al poco empezar a llover. Pasado un rato, sobre las 9, la tormenta se fue dejándonos un cielo de foto.

Y claro con esas nubes que veíamos, marchamos en busca de unas encinas que teníamos vistas. El problema fue que salimos como domingueros desde Madrid. Con las «playeras» como aquél que no ha salido nunca a hacer fotos. Nada más empezar a pisar el trigo, las zapatillas de deporte empezaron a empaparse. A cada paso que dábamos, el agua empezaba a calar hasta que tras un par de fotos tuvimos que parar. Fue llegar al coche y sacar agua de las «playeras» como si nos hubiésemos metido en una fuente. Aquellos que me seguís por Instagram veríais una storie donde achicábamos agua de las zapatillas.

Sobre la foto

La idea era destacar la encina sobre el entorno. Para ello usamos dos cosas, por un lado la luz y por otro un contrapicado.

  • Con el contrapicado conseguimos destacar la encina al aparentar más grande de lo que es.
  • Con la iluminación lo que hacemos es dirigir la mirada allá donde queremos. Realizamos un contraluz con una linterna bastante potente.

El ángulo desde el que disparamos la cámara fue buscando el punto de vista más llamativo del árbol y en el cuál las nubes, aunque no quedaban en el ángulo perfecto, pasaban por encima de nosotros e iban hacia la encina.

Nos vemos en unos días. Sed felices!

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