Eso es lo que ves por el día cuando te acercas a uno de estos coches abandonados a su suerte. Tantos años expuestos a las inclemencias del tiempo y sobre todo a la gente con su afán de destruir. Los ves en la actualidad olvidando su historia y se han convertidos en «cachos de hierro». Pasando a ser tan poco atractivos para la mayoría de la gente.

¿Por qué hago este tipo de fotos?

Porque para mí, se aglutinan muchas cosas. Por un lado, la fotografía nocturna y la magia que aporta este variedad fotográfica. Por otro, es una mezcla de muchas cosas: mi profesión, me atrae cualquier cosa que tenga un motor para moverse, la curiosidad de saber como se trabajaba hace años (cuando no había maquinas para hacer todo)…

Cuando combinas todo esto surgen fotos como éstas. En ellas intento devolver el atractivo a lo que hace tiempo que ya lo perdió.

Hace tiempo, si me dijesen de ir a hacer fotos un grupo de 4 o 5 personas, diría: que somos muchos, que no me apetece, que no se consiguen resultados… pondría muchas escusas. Quizá sea, porque al principio, cuando empecé a tomar mis primeras fotografías nocturnas, esas noches eran una locura.

Cada uno quería conseguir su foto. Muchas cámaras en un metro cuadrado. La iluminación, para cada cámara es distinta y no sale perfecta en todas. Muchas repeticiones. No vale la visión del resto… Vamos un autentico caos!

Dejé de buscar esa colaboración para poder aprender a mi ritmo. Sin frenar a nadie ni que nadie me frenase. Ahora las cosas la veo muy distintas. La experiencia me ha enseñado que cuando hay confianza en el resto de personas que tienes a tu alrededor, consigues mejores resultados. Cómo sucedió la noche de esta nocturna.

Vayamos a la foto

Nos juntamos David, Ivan y Javi. Resulta mucho más divertido siempre y cuando se coincide con un grupo que busca el obtener un buen resultado. Donde se produce en conjunto y aunque cada uno tiene su visión fotográfica al final se trabaja solo para una cámara.

Esta foto no estaba panificada así, pero sucedió de la improvisación. Yo sabía que este coche estaba en la zona. No exactamente, pero muy cerca de donde estábamos haciendo fotos. El cielo se encapotó y amenazaba lluvia, así que era el momento ideal para movernos y buscar refugio.

La fotografía que buscábamos no la podíamos hacer, queríamos otro tipo de cielo. Sin embargo, ésta, donde el protagonista es el coche, no era necesario tener un cielo tan impactante.

Sobre la iluminación… en este caso se optó por realizar la imagen mediante apilado o por capas. Quien me conozca y me oiga diciendo esto… Pero es otra forma de trabajar, mucho más sencilla y menos laboriosa que hacerlo que en una sola toma.

En esta imagen antes podría estar iluminando alrededor de una hora a base de repeticiones, ahora en apenas 5 o 6 minutos se consigue. El proceso lo realizamos iluminando por zonas. Primero el coche en una imagen, luego los faros, en otra toma el interior…

¿Por qué la hicimos así?

En este caso resulta más fácil. En otros casos no lo haría ni de broma. Pero el cielo no cambia, los arboles apenas tienen variación de una toma a otra y en el apilado no dan problemas. Por tanto, no tengo que estar horas en el ordenador para unir las fotos.

Con el apilado, tenemos, en este caso, 30 segundos por foto para trabajar tranquilamente cada uno de los elementos. Con lo que sin prisas, haces cada zona bien en un par de intentos. Por lo que ganas tiempo para hacer otras fotos y no estar pasando frío.

Cuando estas iluminando una foto y tienes que repetir muchas veces las iluminaciones al final te cansas. No salen los resultados buscados y no llegas a estar contento del todo con la fotografía obtenida. Y se te queda la espinita de… tengo que volver para mejorar esto o aquello. Al final termina siendo una tortura por conseguir el resultado perfecto y nunca llegas a él.

Por lo que, en este caso, solo tengo beneficios y por eso se realizó así la foto.

Nos vemos en unos días. Sed felices!

2 respuestas a «Chatarra y oxido»

  1. El vivir implica evolución. Tu has evolucionado y me cuesta asimilarlo. Tus comentarios eran dogma de fe para mí. Ahora tengo que reciclar ideas y asumir esta nueva técnica. De todas maneras lo único que cuenta es el sentirse bien y a gusto con lo que haces. Por ello te felicito y me alegro de que te quires «capas de cebolla» que te estaban oxidado. Tu coche, es muy especial. Buena composición, muy buena iluminación y como siempre un 10, aunque sea por capas. Un abrazote

    1. Buenas Julio!

      Hay que probar nuevas técnicas, no parar de jugar y por supuesto disfrutar. No siempre trabajo así, ya lo sabes. Pero en algunas imágenes, como en este caso, creo que es mejor hacerlo de esta forma y no sufrir tanto. La ventaja de saber trabajar en una sola toma o por capas es poder elegir que opción merece más la pena.

      Y por supuesto, lo más importante es no mentir 😀 No gano nada engañando si digo que esa foto esta hecha en un disparo. Que es lo que se presupone de la fotografía pero luego en un alto porcentaje de fotógrafos no se cumple.

      Un saludo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *